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Sobre la teoría de la descomposición de la CCI

Un camarada simpatizante de nuestra fracción nos ha interpelado recientemente acerca de la "rectificación" que hicimos (la cual volvemos a publicar al final de este texto) luego de la aparición de nuestro Boletín N° 3 (versión pdf en francés) en el cual, inadvertidamente retomamos la página de "nuestras posiciones" de la CCI actual. Particularmente, este camarada se sorprendió y nos cuestionó en relación al hecho de que la página de "nuestras posiciones" de nuestra Fracción no retoma la visión del "periodo de descomposición" defendida estos últimos años por la CCI. Publicamos a continuación amplios pasajes de la respuesta que le hemos dado.

Este camarada es un exmilitante de la CCI, quien dimitió durante la crisis organizativa de 2001 en la que fuimos excluidos (marzo de 2002). Hay por ello una referencia al combate interno que llevamos a cabo dentro de esta organización, en particular la reunión plenaria del Buró Internacional de la CCI en enero 2002. En tanto que se nos había prohibido participar en las reuniones regulares de la organización y publicar en los boletines internos (¡!) desde varios meses antes, esta reunión del órgano central de la CCI fue la última en la cual pudimos expresarnos todavía en el interior de nuestra organización y tratar, a pesar de las múltiples provocaciones, tentativas de manipulaciones y maniobras, incluso insultos, de defender, entre otras cosas, las verdaderas posiciones de la CCI sobre el imperialismo y la "descomposición" luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y de las manifestaciones obreras en Argentina del invierno de 2001.


Nuestra respuesta

París, 15 de noviembre de 2010.

Querido camarada,

(…) Todo esto para decirte que, para responder a tu correo y a tu sorpresa, fui a ver lo que habíamos escrito sobre la "descomposición". Te presento un resumen muy rápidamente en orden cronológico hasta 2004 -creo que será suficiente.

Desde el boletín N° 4 de la fracción interna, ¡en diciembre de 2001!, algunas semanas después del 11 de septiembre, escribimos que: "si la brutal aceleración mundial de la situación (...) muestra y confirma una cosa, es primero (...) la caída en una crisis mortal frente a la cual la burguesía solo tiene una respuesta, una política posible: la marcha hacia la guerra (...)". Cuando defendimos esto, en particular en el BI plenario de enero de 2002, el último en el cual participamos, el conjunto del BI se burló. Esto no fue únicamente por estupidez sectaria: la reafirmación de la perspectiva de la guerra imperialista generalizada ponía en cuestión la comprensión liquidacionista de la descomposición. Y nosotros nos inscribimos desde ese momento en el combate contra esta visión "deformada" de lo que habíamos defendido -volveré al respecto.

En el boletín 14 -noviembre 2002- precisamos:

"Así pues, un nuevo periodo se ha abierto con los acontecimientos del 11 de septiembre. Una ruptura se ha operado en la situación internacional. La burguesía mundial se ve obligada a tomar la dirección de una marcha hacia la guerra generalizada (...) Pero esta dirección completamente concentrada sobre la marcha hacia la guerra (...) tiene esto de atípico e inédito: se da en un contexto, en un periodo histórico en el que el proletariado no está derrotado ni física, ni ideológicamente" (Un nuevo periodo se abre).

Tú debes recordar, voy a resumir, cómo planteamos la cuestión de la descomposición [en la CCI]: como un bloqueo entre las clases, al no ser ninguna de las dos clases capaz de imponer su perspectiva. El 11 de septiembre manifiesta el hecho de que la burguesía está obligada a romper este "equilibrio" y forzar el paso: la marcha hacia la guerra. Te concedo que nuestra comprensión, de casi todos en la CCI, aparte de "la dama", sobre la descomposición era heterogénea y relativamente difusa. Decir, en 2002, que la burguesía busca desbloquear la situación de "equilibrio" de los años 1990 significa que el "bloqueo descomponente" desaparecía.

Luego, hay numerosos artículos nuestros que reafirman esta marcha hacia la guerra, los que tú debes recordar. Más aún: como elemento particularmente revelador de esta dinámica, no hemos dejado de destacar el proceso de "bipolarización imperialista", particularmente manifiesto a partir de la guerra en Irak de 2003.

Ese mismo año 2003, tomamos posición sobre el 15° congreso de la CCI (boletín 21 de la FICCI) que liquidaba la alternativa histórica de "guerra o revolución" -seguramente lo recordarás. Pero una vez más, no nos has leído seriamente: "Esta teoría de la descomposición, y tal como se ha vuelto mayoritariamente “defendida” en la CCI actualmente es un verdadero veneno ideológico. (...) La “teoría” del caos (...) es un verdadero caballo de Troya teórico en el seno del campo revolucionario. Permite particularmente evacuar la lucha de clases y la alternativa histórica entre el capitalismo y el comunismo".

Estarás de acuerdo que estas tomas de posición están ya ampliamente en contradicción con el desarrollo del primer punto de las posiciones básicas que aparecen en la contraportada de las publicaciones de la CCI acerca de la descomposición. También estarás de acuerdo en que serían suficientes para suprimir el pasaje sobre la descomposición en nuestras propias posiciones básicas.

Para terminar y no extenderme demasiado, con el riesgo de que dejes de leer esta correspondencia, cito la serie que publicamos a partir de nuestro número 19: "Guerra imperialista o revolución proletaria: la decadencia del capitalismo y el marxismo", que buscaba reafirmar la posición de la CCI sobre la decadencia, en particular contra su traición latente en ese momento, ampliamente verificada después, por la liquidación y su teoría de la descomposición. El cuarto artículo de esta serie (http://fractioncommuniste.org/ficci_esp/b24/index-2.html) resume muy bien el estado de nuestra reflexión y nuestra posición actual -espero que la amplitud de la cita no te harte-, he puesto en negritas nuestro posicionamiento preciso sobre la adopción de la descomposición:

"c) Digresión. El abandono por parte de la CCI de la teoría de la decadencia

"Desde finales de los años 80, a la luz de los trastrocamientos internacionales, particularmente el derrumbe del bloque del Este, la implosión de la URSS, y el freno de las luchas de clase, la CCI empezó a elaborar la teoría de que la decadencia del capitalismo había llegado a una fase final que se podía llamar de 'descomposición'. Con la década de los 90 se reforzó1 aún más esa teoría de la fase de descomposición, caracterizada por la 'tendencia al cada uno para sí' en primer lugar en relación a las relaciones imperialistas, es decir como un caos creciente expresado en conflictos cada vez más fuera de control y cada vez más 'irracionales'; pero también como tendencia 'al cada uno para sí' entre la clase obrera, como tendencia a perder su 'identidad de clase' y como dificultades crecientes para reencontrar el camino de la lucha y organizarse (de allí por ejemplo, también, el 'clanismo' y el 'parasitismo' organizativos). Esta teoría, que pretendía reflejar la realidad de los años 90, contenía en sí misma, en germen, la negación de la alternativa histórica de guerra o revolución, es decir, la negación de la esencia de la teoría de la decadencia.

"En efecto. Por un lado, la noción del 'caos creciente' conducía a la conclusión de que el peligro de una guerra imperialista generalizada se alejaba cada vez más, debido a la incapacidad de los países para aliarse, precisamente por su tendencia 'al cada uno para sí', a la 'irracionalidad' y al 'caos'. Por el otro, la 'pérdida de identidad' de la clase obrera abría las puertas a la noción de que ésta pudiera perder definitivamente la capacidad de responder ante el reto de la revolución y que esta alternativa también se diluyera. El motor de la historia, la lucha de clases, se diluía así en un marasmo hasta la llegada de los jinetes del apocalipsis (hambrunas, enfermedades, polución, guerras localizadas, etc, etc) que terminarían con la humanidad. A esta 'tercera alternativa' arribó la CCI explícita y oficialmente en su 15º congreso de la primavera de 2003: 'La crisis económica ... sigue profundizándose, pero contrariamente al periodo de 1968 a 1989, cuando la salida a las contradicciones de clase solamente podía ser la de la guerra o la revolución, el nuevo periodo abre la vía a una tercera posibilidad: la destrucción de la humanidad, no mediante una guerra apocalíptica, sino mediante un avance gradual de la descomposición ... La descomposición ... podría, a plazo, minar la capacidad del proletariado para responder como clase... En el nuevo escenario, la clase obrera podría ser batida de una manera más o menos abierta y menos directa, simplemente si no logra responder a la crisis del sistema y se deja arrastrar cada vez más en la espiral de la decadencia.' (15º Congreso de la CCI. Resolución sobre la situación internacional, punto 17, Revista Internacional 113, subrayado por nosotros).

"Es posible seguir la evolución de esta teoría de la descomposición a través de las publicaciones de la CCI. Primero, se trataba únicamente de la 'agudización extrema de las contradicciones propias de la decadencia'. Posteriormente aparecían, en un mismo artículo, tanto la 'tendencia al cada uno para sí' como la 'contratendencia natural a la formación de bloques' [Nota 2010: algo que había sido negado abiertamente, contra nosotros y ante mi gran sorpresa, en particular por CDW durante es BI de enero 2002, el mismo en que se condenó a Jonás como soplón]. Finalmente, esta última contratendencia va desapareciendo de los escritos, hasta llegar a las expresiones recientes tales como la de que ahora vivimos ya en el 'reino del caos'. Y lo peor, es que esta 'profundización' teórica se iba dando en la misma medida en que precisamente la 'contratendencia' empezaba a expresarse cada vez con más fuerza, dando un mentís a la teoría del 'reino del caos'. Y otro tanto sucedió con la noción de 'pérdida de identidad de la clase obrera'; mientras la CCI retomaba los viejos temas ideológicos que había combatido en sus orígenes –sobre el fin de la clase obrera-, la clase obrera misma empezaba a reanudar su combate después de diez años quietud. Y ahora, para no estropear la teoría, la actual CCI prefiere negar, subestimar u ¡ocultar la existencia de esas luchas! Evidentemente, este dogmatismo, esta incapacidad de reconocer que la 'descomposición' no cubría una fase histórica nueva, sino que solamente expresaba una situación temporal (en tanto las clases 'asimilaban' el trastrocamiento del derrumbe del Este, lo que llamamos 'bloqueo histórico' y que la burguesía ha comenzado a 'desbloquear' como lo mostró dramáticamente el 11 de septiembre de 2001) no se explica por sí mismo, sino que encuentra sus causas en una involución política de la CCI, la cual está fuera del objeto de este trabajo.

"Aquí solamente debemos remarcar que, al contrario de las afirmaciones de la actual CCI, acerca de que la teoría de la descomposición estaría en continuidad, o sería un complemento de la teoría de la decadencia, una profundización para la época actual, al contrario de todo ello, la teoría de la descomposición rompe, en lo fundamental, con el hilo de la teoría de la decadencia, tal como ha sido desarrollada por los revolucionarios del pasado, y tal como había sido sintetizada por la CCI.

"Mientras la teoría de la decadencia explica las causas de la alternativa histórica de guerra o revolución, la de la descomposición pretende explicar la difuminación de esa alternativa; mientras la teoría de la decadencia explica las condiciones que vuelven posible la revolución, la de la descomposición explica las condiciones que la alejan para siempre. Finalmente, la 'teoría de la descomposición' choca cada vez más con la situación real y actual del capitalismo y la lucha de clases, y por ello encontramos cada vez más contrasentidos y barbaridades en las publicaciones de la actual CCI. Por nuestra parte, nos parece indispensable un trabajo que retome en todos sus aspectos la teoría de la decadencia, la reapertura del debate sobre la decadencia en el campo proletario, y la profundización y clarificación de todos los aspectos de la situación actual en relación con ésta."

Termino aquí. Por supuesto, hay otros textos que manifiestan nuestro rechazo de la descomposición tal como fue finalmente comprendida y adoptada... por todos nosotros, sin hablar de la visión propia de la "liquidación".

Una última cuestión. Estarás de acuerdo conmigo también en que nuestra postura que pretende ser "de fracción", es decir metódica, es decir tanto responsable ante nuestra clase como de asumir nuestras posiciones pasadas y nuestra historia como corriente política tiene el mérito:

- de verificar si las cuestiones que nos hemos planteado correspondían o no a verdaderas cuestiones;

- de verificar si la respuesta a tales cuestiones, en tanto que se planteaban realmente, en tanto no eran falsas cuestiones, fue justa o no.

Al retomar la historia, nuestra historia, nuestra continuidad, sin negarla (método este último propio del oportunismo, como Stalin borrando a los viejos bolcheviques de las fotos), aportamos a quienes deseen leernos experiencias reales que volverán, bajo una forma u otra, a plantearse nuevamente. (...)

Rectificación (enviada a mediados de noviembre de 2010 a los lectores del boletín en francés)

Estimado camarada,

Queremos comunicarte una rectificación -debido a un error nuestro- en el enunciado de nuestras posiciones básicas que aparecen en la contraportada de la versión del boletín que te hemos enviado [se refiere al N° 3 en francés]. Por error retomamos una vieja copia que corresponde a la que teníamos cuando fuimos excluidos de la CCI en 200. En el primer párrafo se leía:

"Desde la Primera Guerra mundial, el ­capitalismo es un sistema social decadente. En dos ocasiones ya, el capitalismo ha sumido a la humanidad en un ciclo bárbaro de crisis, guerra mundial, reconstrucción, nueva crisis. En los años 80, el capitalismo ha entrado en la fase última de su decadencia, la de su descomposición. Sólo hay una alternativa a ese declive histórico irreversible : socialismo o barbarie, revolución comunista mundial o destrucción de la humanidad."

No compartimos ya ese punto de vista, y nuestra posición (la cual se puede consultar en nuestro sitio http://fractioncommuniste.org/positions/esp_posiciones.html ) es la siguiente:

"Desde la Primera Guerra Mundial el capitalismo es un sistema social decadente. Lo único que puede ofrecer a la clase obrera y a la humanidad en general son ciclos de crisis, guerras y reconstrucciones. De ahí que la única alternativa que se plantea a la humanidad en la decadencia histórica irreversible del sistema capitalista es: socialismo o barbarie."

Saludos comunistas.

La FICI


1. Esto no sucedió del día a la mañana, ni tampoco sin una “resistencia” interna. De hecho, sobre esta cuestión como sobre muchas otras, dos tendencias políticas, de las cuales una mayoritaria y que recibía votaciones unánimes, existía aunque de manera no afirmada, no declarada, no consciente de la profundidad de las divergencias, mientras la otra, minoritaria, secreta, familiar, maniobraba tratando de introducir sus posiciones por la banda, entre ellas la de la descomposición, rehusando sistemáticamente asumir sus posiciones cuando éstas asomaban la nariz por aquí o por allá, en particular precisamente sobre la descomposición (véase nuestros informes de actividades alternativos para la CCI publicados en nuestros boletines). Una vez más, precisemos aquí que la causa fundamental de la crisis de la CCI y de su deriva actual no es la existencia de maniobras, reales, ni la presencia de un verdadero caballo de Troya, también real, en nuestra organización, sino precisamente el debilitamiento político de toda la organización y sus militantes sobre el cual un elemento turbio –tendremos la ocasión de volver al respecto- y una camarilla familiar pudieron jugar.


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